lunes, 16 de agosto de 2010

Fragmentos (III)

'Hay momentos en que todo se queda en blanco. Como si no hubiera ruido alguno. Me escondo. Huyo. Me siento como el naúfrago que llega a la orilla de la Isla del Doctor Moureau, y ya sabe lo que le espera. Como el que avista esa extraña nave en la campiña, en La guerra de los mundos, y es abrasado por un rayo que surge de ella. O como si con la máquina del tiempo hubiera llegado a un tiempo desconocido donde el sonido está ausente y las figuras borrosas.
Y pienso en Sherlock Holmes, con su mente poniendo orden en el caos del mundo. Una mente analítica que no deja resquicio para el azar. Todas las piezas del puzzle están en su sitio. Y como él, me entrego a mi violín, esperando que la música me secuestre y me haga olvidar ese boquete que se abre en mi corazón. Pero veo la foto de mi madre, y la música se desvanece. Necesito huir, necesito estar lejos.'
(Fragmento de 'El último eclipse').

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